Comunicación interna: fluir entre el caos y el orden
Yanyn Rincón Quintero, Docente e investigadora de Comunicación Organizacional en la Universidad de Antioquia (Colombia) y Fundadora de Dialugus CI
La comunicación interna puede asumirse como la capacidad o función estratégica soportada en la interacción dialógica, dialéctica y sistémica con y entre los colaboradores internos en correspondencia con las dinámicas productivas y de servicio enmarcadas en la gestión de la organización; con el propósito de dinamizar las estructuras jerárquicas, funcionales, operativas y relacionales de la organización, posibilitando las sinergias entre las personas y las capacidades, funciones, procesos y sistemas organizacionales que la conforman atendiendo siempre su naturaleza, tamaño y características fundamentales.
Naturalmente, el contexto es un componente clave en las dinámicas comunicacionales más aún cuando ese contexto lo conforma la realidad intrapandemia Covid-19, caracterizado por volatilidad, complejidad, incertidumbre y ambigüedad, conformando un mega escenario VUCA, que más allá del gran caos en el cual estamos sumergidos, nos ha confrontado con nuestros valores y competencias, fortalezas y vulnerabilidades, con la pérdida de control o peor aún el descontrol, con la sensación de estar estancados o atascados, con la inestabilidad, el desgobierno, el sentido de propósito y dirección; al tiempo que lidiamos con los egos y las emociones desbordados y limitados en una montaña rusa que fluctúa entre la fatalidad y el optimismo.
La comunicación interna se ha constituido en la gran aliada de los líderes organizacionales para afrontar una variante de la organización sin fronteras, fragmentada y difusa que en medio del confinamiento opera en los nodos esenciales de actuación fluyendo en: a) tiempo- espacio, b) dimensión tangible e intangible; c) dimensión de lo real y lo virtual, con soporte en las nuevas tecnologías, las redes sociales, operando de manera remota, atendiendo la multicanalidad, la omnicanalidad, estimulando la multitarea, la omnipresencia y la ubicuidad en líderes y colaboradores.
Este continuo intrapandemia de poco más de un año, ha demandado la adopción de muchos cambios en muy poco tiempo, nada fáciles de asimilar; es por ello que la comunicación interna debe conformar el punto articulador de sinergias para el avance equilibrado, en el cual convergen el orden y el caos, que posibilita la actuación de la organización como un sistema autoorganizado capaz de orientarse a lo futurible en una dinámica en la cual se hace necesario considerar los siguientes aspectos:
Evolucionar es la única opción: individuos y organizaciones requieren evolucionar, lo cual significa que debe atenderse lo vital, lo esencial, lo sostenible, y avanzar en aquello que es posible, el resto debe concentrarse en resistir.
Desarrollar habilidades: el momento es de aprendizaje y gestión de conocimiento, hay que entrenar a diario las competencias y habilidades; al tiempo que se deben adquirir nuevas competencias, aprender, desaprender y reaprender es la orientación correcta.
Entrenarse para el cambio: afrontar la realidad como un gran bootcamp, donde adaptarse a la rapidez del cambio es fundamental; estar dispuesto y disponible aquí y ahora, no hay espacio para no puedo, no quiero, no se y no tengo tiempo; los adaptables en su mejor momento.
Crear lo futurible: Darle forma al futuro por más complejo que resulte es necesario, tener un propósito, un sentido, y cultivar la capacidad de imaginar desde la esfera de lo positivo el porvenir, el nuevo horizonte, la nueva creación que supere lo normal, lo ordinario, lo actual y nos permita cocrear un futuro sostenible.
Danza, Balance y Equilibrio: hay que estar en movimiento, detenerse no es una opción, hay que moverse, danzar, balancearse y fluir en medio de lo desconocido.
Cooperación, Colaboración, Integración: son estrategias poderosas cuando se trata de interacción humana.
Flexibilidad y plasticidad: dos componentes para persistir, resistir y nunca desistir.
Resiliencia: la capacidad de renovarse y resurgir en medio de las dificultades y de nunca darse por vencido.
Gestión emocional: implica reconocer que habrá días oscuros y días iluminados, que llorar está permitido, que reírse es necesario, que habrá que manejar el duelo y las limitaciones, y que desde el amor y la esperanza se puede encontrar fuerzas y actitud mental positiva para seguir, aunque sea con el piloto automático.
Creencias y Valores: como aspectos que van a brindar fortaleza, entereza, aplomo para conducirse con ecuanimidad, mantener la esperanza, ser empáticos, tolerantes e inspiradores.
La comunicación interna está vinculada a la gestión de organizaciones, sin importar el tamaño, ubicación y naturaleza de la organización; y sin importar que el tipo de gestión sea proactiva, reactiva, de crisis, responsable o sostenible; su orientación estratégica estará impregnada con la esencia de los seres humanos que confluyen en esta y con la voluntad y determinación para poner orden y transitar las necesidades, problemas y expectativas que emergen dentro o fuera de ella; de tal manera que podemos hacer frente a la oscuridad del túnel, caminar en la cuerda floja, soportar lo abrupto de la montaña rusa, y podemos tomar nuestra caja de herramientas para aceptar lo que está sucediendo, y afrontarlo con coraje, confianza, creatividad, colaboración y generando conexión, nuevas experiencias y aprendizajes en el convencimiento de que esto también pasará y estaremos fortalecidos para los retos del nuevo horizonte.
La comunicación interna, por tanto, orienta el flujo entre el caos y el orden y conjuga competencias, capacidades, estrategias; no obstante, amerita profesionales adaptables y flexibles capaces de liderar y conformar equipo profesional multidisciplinar y reconocer las capacidades, habilidades y destrezas de éstos para afrontar las múltiples aristas de las veritas y los vericuetos que emergen de la pandemia Covid-19.
La comunicación interna es en sí ‘caórdica’, lo que ha facilitado su fluir en medio de las complejidades para articular, generar sinergias, brindar consuelo, inspiración, motivación; es ‘líquida’ y no le teme a las adversidades, tropiezos y alteraciones del camino; es ‘estratégica’, por eso resulta cónsona con el propósito y la voluntad para alcanzar objetivos y metas; es ‘cocreada’ consciente del poder que tiene la suma de las partes para generar innovación; pero por sobre todo es ‘humana’ y es consciente de que el ser humano tiene la fuerza, la entereza, la voluntad y la elección para trascender y perpetuar la raza humana.
Yanyn Rincón es docente e investigadora en Tecnológico de Antioquia, Institución Universitaria en Colombia y fundadora de la Comunidad de Práctica y Aprendizaje de la Comunicación Interna DialogusCI.