Comunicación interna en pymes
Natalia Oliva Plaza, Internal Communication Project Manager en Ferrovial
El éxito de una organización, si es pequeña aún más si cabe, se basa en su talento, por lo que es de vital importancia cuidar su compromiso y desarrollo, de diversas formas, pero teniendo como pilares: transmitir y escuchar.
Las organizaciones pequeñas o medianas solemos ser más horizontales, lo que permite un trato más cercano y personal entre compañeros, responsables y compañía, algo que, desde el punto de vista de la comunicación interna, tiene sus pros y sus contras y, sobre todo tiene ciertas diferencias con las grandes corporaciones, principalmente:
Rapidez en la difusión y alto impacto. Cualquier comunicación corre como la pólvora, algo que puede ser muy positivo en el caso de las noticias reales, pero que puede tener un alto impacto en el caso de las fake news. Por lo que, debido a que no se puede luchar con que aparezca el “ruido”, la mejor forma de combatirlo es liderar y centralizar siempre la información.
Mayor flexibilidad y necesidad de adaptación a los cambios. Las pymes nos vemos afectadas de una forma más directa por el entorno y sus cambios (globalización, cambios tecnológicos, economía, …), motivo por el cual debemos adaptarnos a ellos de una forma rápida y flexible, pues en la gran mayoría de casos es “adaptarse o morir”. Por este motivo, los equipos deben conocer los cambios y procedimientos de forma inmediata y, normalmente, con una alta carga de trabajo.
Mayor grado de compromiso con la compañía. Dado que generalmente el engagement es mayor en organizaciones pequeñas, los valores y la filosofía de la empresa están más interiorizados y son de fácil transmisión al talento nuevo que se incorpora. No obstante, esto es un arma de doble filo pues, cualquier mínimo gesto puede tener una repercusión tremendamente relevante -y negativo- y mucho más rápida que en un contexto de una organización grande y vertical.
Recursos limitados. Normalmente, contamos con unos recursos mucho más limitados que las grandes corporaciones, por lo que la creatividad debe aflorar mas que nunca para conseguir “más por menos”, es decir, conseguir transmitir y captar la atención del equipo, con pocos recursos.
No obstante, estas diferencias no cambian ciertos “básicos de la comunicación” y que son la base para éxito de ésta en cualquier compañía:
Entender la comunicación como un todo, ya que en “todo” se comunica y se escucha, independientemente de la herramienta, siendo las principales: medios directos de escucha y transmisión (“cafés”, encuestas…), medios digitales (correos electrónicos, intranet, etc.), eventos (reuniones, convenciones…), formaciones, etc.
Evitar el error de comunicar, sin hacer seguimiento de si el mensaje transmitido ha sido recibido y entendido correctamente. Pues, como diría mi estimado Jesús Valbuena “si el contenido es rey, el contexto es la reina”, transmitir en el momento justo y en la forma adecuada es crucial para que mensaje sea comprendido e interiorizado.
No quería concluir esta reflexión, sin mencionar que una de las cosas positivas que nos ha traído esta pandemia, derivada del COVID-19, ha sido la puesta en valor de la comunicación interna. En el caso de las pymes, previo a la pandemia, prácticamente era algo circunstancial y tras meses de intenso trabajo, en el que en muchas ocasiones no ha sido fácil comunicar, bien por el tipo de mensaje, por la dispersión de los equipos o simplemente por la carga emocional, el resultado ha sido que la comunicación interna se ha convertido en una palanca indispensable en la gestión de la empresa que, en el caso de la gran mayoría de las pymes, se trata además de una “familia”.
Natalia Oliva Plaza es Internal Communication Project Manager en Ferrovial